lunes, 5 de noviembre de 2012

DOCUMENTO DE RESPUESTA A LA PROPUESTA DE TRANSFORMACIÓN DEL HOSPITAL UNIVERSITARIA DE LA PRINCESA POR PARTE DE LA CONSERJERIA DE SANIDAD DE LA COMUNIDAD DE MADRID


1. ¿CUAL ES LA PROPUESTA DE LA CONSEJERIA DE SANIDAD Y CUAL ES LA INTERPRETACION INICIAL DE LA MISMA?

 

Los escuetos comunicados que ha emitido la Consejería de Sanidad respecto a sus planes de inmediato futuro para el Hospital Universitario de la Princesa se refieren a su transformación en un “hospital superespecializado en ancianos con atención exclusiva a las personas de más de 75 años”, con una actividad exclusivamente redirigida desde otros 2 grandes hospitales de Madrid.

En ausencia de una mayor concreción como acompañamiento imprescindible a una decisión de semejante calado, la única interpretación lógica posible es que dicha transformación representa sencillamente su modificación radical en un centro de apoyo geriátrico para procesos de baja complejidad que no estén necesitados de recursos avanzados derivados de la irreversibilidad en el pronóstico de las personas ancianas, con la lógica desaparición de todas la estructuras y recursos necesarios para dicha prestación compleja al suponerse innecesaria. La decisión necesaria para la identificación de los casos queda en manos de otros centros cerrándose para ello cualquier otra entrada de casuística a través del acceso urgente o desde la Atención Primaria.


2. RAZONES PARA RECHAZAR LA PROPUESTA. 

 

A. PROPUESTA INSOLITA Y ARRIESGADA

La propuesta de la Consejería es insólita en nuestro país y en nuestro entorno internacional. No existen precedentes de transformación radical de centros de alta especialización y pleno rendimiento, tanto asistencial como científico, en instituciones de cuidados básicos. Todos los procesos de transformación y reconversión que han tenido que realizar en las ultimas décadas los sistemas sanitarias públicos en países similares al nuestro, han reflexionado en cada caso ponderando con el máximo cuidado el mantenimiento de la calidad y la salud junto con la necesaria mejora en la efectividad y rendimiento de las instituciones y centros existentes, sin perder aquello que es valioso en cada sistema.

La lógica preocupación que todos tenemos por la financiación del sistema sanitario público y la necesidad de mejorar su eficiencia para garantizar su sostenibilidad no pueden ser base alguna para esta propuesta, la cual puede oscilar entre un ahorro basado en la discriminación por edad y la rebaja de la asistencia al paciente anciano frágil e indefenso, y el aumento de costes mediante la implantación de una “superespecialización” desconocida para todos y por tanto expuesta a un aumento inicial de recursos no justificados.

La radical propuesta de la Consejería respecto al Hospital Universitario de la Princesa se ve con tal grado de perplejidad y estupor que se observa alejada de una gestión mínimamente sensata, en momentos de crisis, de los recursos e instituciones tan valiosas para la población que es a la vez su propietaria y objeto de su acción.


B. INEXACTITUD SOBRE LA REALIDAD DEL HOSPITAL UNIVERSITARIO DE LA PRINCESA

Se presenta al Hospital Universitario de la Princesa como un centro no especializado al cual se va a dotar de dicha condición con la nueva propuesta de transformación. Semejante afirmación sólo podría hacerse sin conocer que el Hospital Universitario de la Princesa tiene 150 años de historia, ha atendido en este tiempo seguramente ya a millones de pacientes de cualquier grado de complejidad médica, es una de las instituciones médicas y científicas más prestigiosas del país, posee un grado de desarrollo máximo en tecnología y profesionalidad, es un polo activo de innovación en asistencia, docencia pre y postgrado e investigación, tiene el reconocimiento continuo de decenas de sociedades científicas del país y del entorno internacional, tiene el agradecimiento y respeto diario de sus miles de pacientes, compite con ventaja con otros centros de mayor tamaño, es modelo pionero de coordinación asistencial con la Atención Primaria y de referencia en Atención Especializada, mantiene numerosos ejemplos de rentabilidad social y atención humanizada a poblaciones frágiles, y es en definitiva una institución dinámica que en los últimos años ha seguido creciendo en capacidad y rendimiento, muy alejado de una imagen de centro en declive o decrépito.


C. RIESGOS PARA LOS PACIENTES

Las consecuencias de la actual propuesta genera un gran riesgo para los ciudadanos por la desaparición de un ingente conjunto de unidades asistenciales y prestaciones, con la pérdida asociada de experiencia, conocimiento, continuidad asistencial, trabajo en equipo, rentabilidad social y eficacia sanitaria, existiendo un peligro real de disminución de la salud de la población a atender.

Sin embargo, no se especifica cuál es la alternativa a estas pérdidas más allá de un conjunto vago de deseos de atender de la mejor forma a las personas ancianas.

La opinión unánime de los profesionales de la medicina es que la mejor atención sanitaria a las personas ancianas se produce en aquel entorno que sea capaz de ofrecerles la mejor atención en cualquier circunstancia sin importar su edad (con excepción de la asistencia pediátrica) y que una separación por edades no es sino el primer paso a una discriminación real en función de la misma apartando a las personas ancianas de los centros con la capacidad suficiente para atender la gran complejidad médica que puedan presentar, con la adecuada ponderación humanista que evite el encarnizamiento médico fútil en los casos en los que así deba considerarse. Es especialmente necesario que exista una defensa de los verdaderos derechos sanitarios de las personas ancianas por el colectivo de profesionales médicos que han venido atendiéndoles durante todo su ciclo vital, amparándoles de la amputación de aquéllos debido a la menor capacidad de autodefensa derivada de su propia ancianidad.

D. RIESGOS PARA LOS PROFESIONALES

La propuesta actual ha representado desde el primer momento de su conocimiento por los profesionales del Hospital Universitario de la Princesa la mayor decepción que la mayoría de ellos han recibido a lo largo de su vida profesional, en muchos casos ligada al centro durante más de 40 años. El efecto devastador en la motivación de todos ellos no tiene cuantificación posible y sus consecuencias permearán al sistema sanitario madrileño de forma tan intangible como potente. Es de resaltar que esta sensación de profunda tristeza afecta a muchos profesionales cuyo futuro laboral no está en riesgo y que sin embargo no comprenden y rechazan la sinrazón de esta decisión para su labor profesional y el resultado en la salud de sus pacientes.

Las promesas de otro tipo de motivaciones que se sugieren, entendibles como fundamentalmente de tipo económico, suponen incluso un desprecio a las razones que han hecho del Hospital Universitario de la Princesa un hospital humano y centrado en sus pacientes y no en intereses crematísticos o de rentabilidad personal.

E. ¿QUE PROBLEMAS DE FONDO EXISTEN Y QUE SOLUCIONES REQUIEREN?

La problemática actual de fondo que justifica los legítimos intentos de la Consejería de Sanidad para mejorar la asistencia sanitaria que se presta en el Hospital Universitario de la Princesa tiene tres componentes básicos:

1. Dificultades en la financiación y necesidad de ahorro.

La propuesta que se hace no tiene en absoluto evidencia previa ni garantía de que vaya a suponer un ahorro real, descartando la posibilidad en que dicho ahorro proviniera de una disminución de la calidad o cantidad de la prestación sanitaria adecuada a cada caso. Sin embargo, se ignora el papel fundamental en el gasto sanitario del profesional sanitario, especialmente el médico, y de que sin duda existe aún un importante margen de mejora en la eficiencia de su actuación (uso racional de métodos diagnósticos y terapéuticos, disminución de la estancia hospitalaria con alternativas a la misma, economía de escala basada en la continuidad asistencial, evitación de duplicidad en el gasto fungible, aumento en la captación de ingresos provenientes de terceros, etc.). El análisis conjunto de la situación actual aprovechando la amplia experiencia que muchos profesionales del Hospital Universitario de la Princesa han tenido y tienen en numerosas parcelas de la gestión sanitaria y la implantación consensuada con ellos de cuantas medidas sean lógicas y necesarias es una alternativa con más garantía de éxito en esta dimensión del problema.


2. Necesidad de alianzas estratégicas con otros centros y niveles.

El cambio en el mapa sanitario de Madrid y las Comunidades de su influencia pasada (Castilla La Mancha, Castilla-León, etc.) ha provocado una disminución en la demanda de determinadas prestaciones de alta especialización y coste preferentemente quirúrgicas, que obliga a rediseñar algunas estructuras asistenciales con frecuencia repartidas en muchos centros. No existe posibilidad de éxito en este rediseño sin contar con la colaboración de los propios profesionales, directamente o a través de sus propuestas recientes en los Planes Estratégicos para conseguir mantener la calidad, reducir su coste y evitar a la vez la aparición de nuevas carencias en los centros afectados. Esto supone un ejercicio de inteligencia y colaboración que requiere eliminar trabas administrativas, evitar intereses ocultos y personalismos y basar las decisiones en análisis serios de eficacia y coste unitario.

3. Necesidad de optimizar los procesos asistenciales existentes.

Los cambios en la incidencia de determinadas patologías debidos a diferencias en la demanda asistencial, la modificación de las características de la población por el envejecimiento o la demografía, las patologías emergentes o los retos debidos a los grandes avances en nuestra capacidad diagnóstica y terapéutica hacen necesaria una continua revisión, que ahora se hace perentoria, de las líneas estratégicas asistenciales de una institución como el Hospital Universitario de la Princesa. La delimitación de estas líneas, que sin duda debe incluir, como en cualquier centro asistencial actual de nuestra Comunidad a los pacientes crónicos, habitualmente pero no necesariamente ancianos, es un esfuerzo conjunto de análisis por parte de profesionales y gestores y no puede ser decidido al margen de cualquiera de estas dos partes.

F. PROPUESTAS CONCRETAS A INICIAR DE FORMA CONJUNTA POR PARTE DEL HOSPITAL UNIVERSITARIO DE LA PRINCESA Y LA CONSEJERIA DE SANIDAD:


1. EXPLICACION DETALLADA DE LAS CARACTERISTICAS Y BASES DE LA PROPUESTA ORIGINAL Y PARALIZACION CAUTELAR DEL CRONOGRAMA INICIALMENTE PREVISTO PARA SU PUESTA EN MARCHA



2. GARANTIA DEL MANTENIMIENTO DE LA IDENTIDAD Y NIVEL ASISTENCIAL ACTUAL DEL HOSPITAL UNIVERSITARIO DE LA PRINCESA PRESERVANDO SU POSICION ACTUAL DE LIDERAZGO EN LA ATENCION ESPECIALIZADA MADRILEÑA Y PRESERVANDOLO DE CUALQUIER RIESGO DE MERMA EN SU CAPACIDAD ASISTENCIAL, DOCENTE Y DE INVESTIGACION.


3. GARANTIA A LA POBLACION ACTUALMENTE ATENDIDA EN EL HOSPITAL UNIVERSITARIO DE LA PRINCESA DEL MANTENIMIENTO DE SU CALIDAD Y TIPO DE PRESTACIONES MAS ALLA DE LAS REESTRUCTURACIONES QUE SEAN IMPRESCINDIBLES TANTO PARA SU SOSTENIBILDAD COMO PARA SU MEJORA Y DESARROLLO, CON LA ESPECIFICA INDICACION DE LA PRESERVA DE LA CALIDAD EN LA ATENCION A LAS POBLACIONES ESPECIALMENTE FRAGILES COMO LA POBLACION ANCIANA.


4. INICIO DE UN PROCESO DE COLABORACION CON LOS PROFESIONALES DEL HOSPITAL UNIVERSITARIO DE LA PRINCESA PARA EL ESTABLECIMIENTO DE UN PLAN QUE PERMITA CONSEGUIR OBJETIVOS REALES EN LAS TRES AREAS SIGUIENTES:


  • AHORRO EN EL GASTO MEDIANTE LA MEJORA DE LA EFICIENCIA DE LA ATENCION SANITARIA.

  •  REFLEXION SOBRE LOS PROCESOS ASISTENCIALES EXISTENTES PARA SU MEJORA Y REPERCUSION EN LOS PACIENTES.

  •  BUSQUEDA DE LAS ALIANZAS RACIONALES Y NECESARIAS CON OTRAS INSTITUCIONES, CENTROS Y NIVELES PARA GARANTIZAR Y MEJORAR LA CONTINUIDAD ASISTENCIAL, LA CALIDAD Y EXCELENCIA DE LA ASISTENCIA PRESTADA. LA MEJORA REAL DE SALUD DE LA POBLACIÓN Y EL AUMENTO DEL GRADO DE CONOCIMIENTO CIENTÍFICO.

  •  IDENTIFICACION Y REDISEÑO DE LAS LINEAS ESTRATEGICAS PRIORITARIAS DEL HOSPITAL UNIVERSITARIO DE LA PRINCESA QUE SUPONGAN NUEVAS OPORTUNIDADES DE DESARROLLO Y NO UN RIESGO DE DESAPARICION DE UNIDADES O ESTRUCTURAS DE AVALADA RENTABILIDAD SOCIAL Y CIENTIFICA Y DE PROBADA UTILIDAD SANITARIA.


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